Ciencia y sentido común
sentido común es el medio del cual se vale la ciencia para la resolución de sus problemas, pues por medio del sentido común el hombre encara sus primeras preocupaciones; éste te lleva a la adaptación del entorno en el cual se vive, conocerlo y como lo menciono antes transformarlo. La ciencia no parte haciendo su trabajo de sistematización de conceptos y elaboración de premisas como primera actitud ante la problemática cotidiana; es aquí donde entra el sentido común, el cual es lícito dentro de la búsqueda de conocimiento. Por dedicarse a lo más cotidiano, éste tiene un carácter inmediatista por el hecho de que se dedica a las respuestas de los problemas más urgentes, el sentido común es el que se encarga del ordenamiento del conocimiento que se tiene de los objetos sensibles por ejemplo:
“La visión se encarga del color, la audición del sonido y la gustación del sabor…cada sentido discierne acerca de este tipo de sensibles y no sufre error sobre si se trata de un color o de un sonido, si bien puede equivocarse acerca de qué es o dónde está el objeto coloreado, qué es o dónde está el objeto sonoro. Tales cualidades, por tanto se dice que son propias de cada sentido”[1]
Y estas son las problemáticas primarias, las que nos presentan los sentidos externos, y ésas son las que requieren rapidez en el tratamiento, con vistas a un objetivo inmediato; podemos llamarle a esta forma de ver el hecho pensamiento cotidiano:
“Por pensamiento cotidiano se entiende, en primer término, toda aquella actividad intelectual que se da en la mayoría de las personas, de manera habitual, todos los días, y que no pretende llegar a explicaciones profundas… algunos autores lo denominan saber vulgar, sentido común, pensamiento ordinario, pensamiento no científico, conocimiento ordinario”.[2]
Mostrando y diferenciando características en ciencia y sentido común, confrontándolo con lo ya antes mencionado podríamos decir que la ciencia tendría características puramente cuantitativas, mientras que las características del sentido común serían cualitativas[3], diferenciadas así, porque la ciencia mide lo que conoce, mientras que el sentido común solo se dedica a lo más ligero del hecho conocido: sus cualidades. Cuando mencionamos estas características separamos ciencia y sentido común, pues sus herramientas a la hora de manejar el conocimiento son distintas, sin embargo no se puede negar que varias ciencias especializadas han emergido de las preocupaciones cotidianas del hombre; claro que no todas las ciencias tienen su origen así, pero si cabe hacer una mención honorífica a las que en el sentido común encontraron su raíz; por ejemplo “La biología comenzó a consolidarse a partir de la salud y reproducción de los hombres”[4]. Por las premisas antes mencionadas “algunos estudiosos, impresionados por la continuidad entre el saber vulgar y las conclusiones científicas, llegaron a decir que la ciencia no sería más que el sentido común organizado”[5]. A lo que quiero llegar al decir esto, es que el sentido común es el punto de partida de la ciencia, pues antes de cualquier investigación científica lo que captamos por los sentidos posee específicamente el estatus que el sentido común le da, y claro que esa primera aprehensión de las cosas no es cien por ciento comprobable, porque carece de muchas premisas necesarias para serlo; tal vez te de un juicio inmediato del objeto en cuestión, pero después la revisión afirmará o negará lo que se entendió.
Cuando el sentido común te ofrece explicaciones, lo hace sin demostraciones críticas por el hecho de ser la experiencia su única herramienta para su demostración y tales explicaciones, por tanto, no pueden destacar la importancia del hecho que se quiere explicar. Cuando se quiere explicar lo anterior y se utilizan para esto explicaciones metódicas y controlables con el hecho fáctico en cuestión, es cuando decimos que se genera la ciencia.
“La organización y clasificación de los acontecimientos, con base en principios explicativos, en estructuras cada vez más definidas y abarcando un número creciente de fenómenos es lo que constituye la finalidad de la ciencia. Estudiando críticamente el sentido común, modelándolo, se alcanza el denominado saber científico”[6].
Cabe aclarar algo al respecto, “La ciencia no es una mera prolongación del pensamiento cotidiano…estas clases de pensamiento llegan a coincidir en algunas ocasiones; pero no tardan en separarse y resaltar sus diferencias”[7], y ese es el momento en que la ciencia parte por sí sola.
“La ciencia, en resolución, crece a partir del conocimiento común y lo rebasa con su crecimiento; de hecho, la investigación científica empieza en el lugar mismo en que la experiencia y el conocimiento ordinarios dejan de resolver problemas o hasta plantearlos”[8].
[1] ARISTOTELES, “Acerca del alma”, Trad. Tomás Calvo Martínez., Ed. Gredos, Madrid, España, 1988, p.189
[2] LÓPEZ CANO, José Luis, “Método e hipótesis científicos”, 2da. ed., México D.F., TRILLAS: 1978, p. 13.
[3] Cf. J. DEWEY, “Lógica. Teoría de la investigación”, Ed. Fondo de Cultura Económica, México, 1950.
[4] HEGENBERG, Leónidas, “Introducción a la filosofía de la ciencia”, Ed2. HERDER Barcelona, 1979, p.27.
[5] Ídem, p.27.
[6]Ibidem, p.28.
[7] LÓPEZ CANO, José Luis, “Método e hipótesis científicos”, p.14
[8] DE GORTARI, Elí, “Lógica General”, Ed2, México, GRIJALBO, 1968, p. 369.
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